Poseer un arma implica cierta responsabilidad de la que toda persona debe ser consciente. Del mismo modo que la empleamos con precaución en el momento de la caza, es necesario que le prestemos una serie de atenciones y cuidados de mantenimiento, al igual que a la hora de guardarlas y protegerlas.
Es importante que siempre se emplee la munición adecuada para nuestra arma, ya que si se emplea otra diferente se pueden producir daños internos en el mecanismo o incluso en el cañón, lo que puede llegar a causar algún accidente muy peligroso. Los cartuchos de caza trust y similares van a ser los más comunes, pero siempre es conveniente consultar en una armería especializada. El almacenamiento también es muy importante siendo los armeros homologados el sistema más seguro a la hora de guardar armas de cualquier tipo. El mantenimiento de las armas se lleva a cabo de forma sencilla, tanto antes de la actividad cinegética como para largos periodos de inactividad, de manera que el arma siempre esté a punto.